
Richard ‘Norman’ Gere y el BCN-Film Fest
Suena el despertador a las 6.00 de la mañana. Tras desperezarme con no poca torpeza matutina, me doy cuenta de que estamos a 21 de abril, el día en que debo recoger la acreditación como corresponsal de prensa del primer festival de cine de Barcelona que, no en vano, aspira a ser un meteórico reclamo internacional. Hablo del BCN-Film Fest.
Recorro 30 km. en motocicleta, llego puntual a mi destino, y estaciono el vehículo a unos pocos pasos del Press Corner, donde, tras intercambiar unas palabras con otros colegas, recibo mi acreditación en un modesto recibidor aderezado como espacio de coworking, y en cuyo interior reina cierta inquietud, la inquietud propia de quien no ceja en su empeño de hacer bien las cosas por temor a que algo pueda torcerse.
Al mediodía, nos disponemos a acudir al pase de prensa para ver la película con la que se inaugura entre bambalinas un prometedor festival de cine: Norman, el hombre que lo conseguía todo [1]Cedar, J., Cedar, J., Gere, R., Ashkenazi, L. and Sheen, M. (2017). Norman (2016). [en línea] IMDb. Disponible en: http://www.imdb.com/title/tt4191702/?ref_=fn_al_tt_1.. Como no podía ser de otro modo, a la exhibición le sigue una rueda de prensa, que protagoniza Richard Gere, el ‘Norman’ de la pantalla.
Norman, el hombre que lo conseguía todo narra el entramado de relaciones que teje un hombre de negocios de medio pelo a su alrededor dando rienda suelta a una fanfarronería que no tarda en pasarle factura. Dominado por una megalomanía que esconde cierta frustración, consigue granjearse la confianza del futuro primer ministro israelí tras regalarle un par de zapatos caros, pero todo su mundo se viene abajo cuando el mandatario judío -tan judío como él- hace verdaderos requiebros para esconder lo que a lo ojos de sus correligionarios es un caso de corrupción.
El personaje que encarna Richard Gere podría tomarse como una evocación de un Nowhere Man ‘beatleriano’, un don nadie que se viene arriba, pero que poco puede hacer, a juicio de cualquiera que no alcance a comprender que el espectador asiste a un filme de ficción, para subvertir el orden mundial al alterar las relaciones entre Estados Unidos e Israel, o, lo que es lo mismo, al poner en peligro la correlación de fuerzas entre lobbies y gobiernos de distinto signo.
Lo cierto es que el filme revela la complejidad que reviste la geopolítica y todo cuanto de ella deriva, así como las miserias que los dirigentes de la sociedad esconden para tapar sus trapos sucios, para encubrir sus veleidades tras un halo de buenas intenciones, como muy bien refleja, por cierto, la serie House of Cards. Queremos pensar, no obstante, que no todo apesta.
Por otra parte, la cinta destila algo de conservadurismo, porque, detrás de un personaje que huele a ‘fantasma’, como los muchos que desfilan por el mundo que esperan confiemos en su particular éxito en la búsqueda de la «tierra prometida», algo así como una ínsula ‘quijotesca’, se esconde una pulsión social consistente en dar por hecho que el donnadie, como encarnación del paria, siempre será pisoteado por el que está arriba, aunque haya llegado a su costa hasta donde está.
Al margen de las disquisiciones que pueda dar de sí el análisis de un filme que tiene mucho jugo, no podemos (no puedo) dejar de hablar de la rueda de prensa posterior a su exhibición. Richard Gere estuvo a la altura de las circunstancias, aun incluso cuando se le quiso acorralar tras una batería de preguntas de carácter político que supo sortear con acierto.
Del mismo modo que en el caso anterior, Gere quiso convencer a los que allí estábamos de que Hollywood no representa para él una amenaza, por más denuncias que haya interpuesto contra el intervencionismo chino en el Tíbet. Sospecho que olvida la «caza de brujas» y las consecuencias que ésta acarreó. Recomiendo la lectura del Diccionario de la caza de brujas: las listas negras en Hollywood [2]Vid. COMA, Javier et al. (2005), Diccionario de la caza de brujas: las listas negras en Hollywood. Inédita Ediciones: Barcelona.
Con todo, la charla-coloquio, más charla que coloquio -porque, a decir verdad, los medios de comunicación convencionales parecían presentarse como los únicos adalides de la exclusiva-, transcurrió tan rauda como la película, porque fue del agrado de todos, al menos, ésa fue mi percepción. To be continued…
References
↑1 | Cedar, J., Cedar, J., Gere, R., Ashkenazi, L. and Sheen, M. (2017). Norman (2016). [en línea] IMDb. Disponible en: http://www.imdb.com/title/tt4191702/?ref_=fn_al_tt_1. |
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↑2 | Vid. COMA, Javier et al. (2005), Diccionario de la caza de brujas: las listas negras en Hollywood. Inédita Ediciones: Barcelona |