
La guerra tiene nombre de mujer
España, 1936. Una multitud de milicianas anarquistas se agolpan en una pequeña sala de Barcelona para organizarse. La revolución ha comenzado y las jóvenes, escopeta en mano y con ganas de luchar por la libertad, escuchan esperanzadas un discurso a favor de la contienda femenina en el frente. Vítores y aplausos se suceden hasta que perciben el verdadero sentido de las palabras de la militante: deben ayudar a la República lejos de las trincheras, cuidando a los hombres heridos y abandonando los fusiles por las máquinas de coser. Indignada y herida en su orgullo de mujer, Pilar, interpretada por Ana Belén, da un paso al frente decidida y pronuncia un alegato en defensa a la igualdad femenina sin precedentes. “Somos anarquistas, somos libertarias, pero también somos mujeres y queremos hacer nuestra revolución. Queremos morir, pero queremos morir como hombres, no vivir como criadas”, afirma rotunda y carismática la miliciana […]
SIRERA, Nerea. «La guerra tiene nombre de mujer» [en línea]. CineConElla. 2013.